El Director del Tortoise Trust, Andrew C. Highfield, apoya la estrategia de ACUDE para la conservación de la tortuga mora (Testudo graeca graeca) en el sureste de España.

Resumen:

Andrew C. Highfield, Director del Tortoise Trust, organización internacional dedicada al estudio y conservación de las tortugas, ha remitido un escrito a ACUDE en el que apoya su  estrategia para la conservación de la tortuga mora (Testudo graeca graeca). ACUDE trabaja en la preservación de tortugas silvestres firmando convenios con propietarios de fincas (custodia del territorio). El Tortoise Trust cuestiona las políticas basadas en el sacrificio de animales entregados por los particulares, como hace el gobierno de Murcia, o la liberación de ejemplares procedentes de cautividad en el área de distribución de la especie, como ha realizado en Almería la Junta de Andalucía.

Summary:

ACUDE is working on the preservation of wild turtles signing agreements with landowners (land stewardship) but also in contact with international experts. Andrew C. Highfield, Director of the Tortoise Trust, an international organization dedicated to the study and conservation of turtles, has sent a letter to ACUDE in supporting its strategy for the conservation of spur-thighed tortoise (Testudo graeca graeca). This Tortoise Trust questioned thepolicies based on the sacrifice of animals delivered by individuals, as does the government of Murcia, or release of specimens from captivity inthe range of the species, as has been done in Almería by Regional Government of Andalusia ( Council of Andalucía or in Spanish, «Junta de Andalucía»).

Zusammenfassung:

Andrew C. Highfield, der Direktor von «Tortoise Trust», einer internationalen Organisation, die sich mit dem Studium und der Erhaltung von Schildkröten beschäftigt, hat ein Schreiben an ACUDE gesandt, in dem er seine Strategie zur Erhaltung der Maurischen Landschildkröte (Testudo graeca graeca) anbietet. ACUDE arbeitet zum Schutz der wilden Schildkröten, indem sie Abkommen mit Eigentümern von Fincas (Gebietsschutz) abschließt. Der Tortoise Trust diskutiert die Politik, die auf der Tötung der Tiere basiert, die von Privatleuten eingeliefert werden, so wie es die Regierung von Murcia macht, oder die Freilassung von Exemplaren aus Gefangenschaft in deren Verbreitungsgebiet, so wie es die Junta de Andalucía in Almeria praktiziert hat.

Résumé:

Andrew C. Highfield, Directeur du « Tortoise Trust », organisation international dédiée à l’étude et conservation des tortues, a envoyé un  écrit à ACUDE dans lequel il appuie son stratégie pour la conservation de la tortue maure (Testudo graeca graeca). ACUDE travail pour la conservation de tortues sauvages à travers les contrats avec des propriétés de terrains (custodia del territorio). Le « Tortoise Trust » remet en question les politiques basées dans le sacrifice d’animaux donnés par les particuliers, comme fait le gouvernement de Murcie, ou la libération d’exemplaires qui procèdent de captivité dans l’aire de distribution de l’espèce, comme le gouvernement de l’Andalusie a réalisé à Almeria.

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Andrew C. Highfield destaca en su escrito que la principal amenaza a las tortugas silvestres en el sureste de España, un territorio que conoce bien, es la agricultura intensiva, que erradica hábitats vitales, y otras actividades humanas que afectan dichos ecosistemas como la construcción de carreteras, campos de golf, urbanizaciones y líneas ferroviarias. Estas actividades separan y dividen los hábitats haciendo imposible a las poblaciones supervivientes seguir siendo viables de medio a largo plazo.

Asimismo afirma que, comparado con estas graves amenazas, el mantenimiento de tortugas como mascotas por la población es un problema extremadamente menor y relativamente poco importante, siendo una situación que también puede ser afrontada de varias formas, como la educación medioambiental, y el uso inteligente de una infraestructura legal y práctica que sea diligentemente diseñada para conseguir un resultado positivo para la conservación y el bienestar animal.

Para del Director de Tortoise Trust es vital que la ciudadanía entienda la situación y se sientan capaces de apoyarla. El progreso en la conservación no puede ser logrado sin el entendimiento y el apoyo del público general.

Para esta organización internacional es una pérdida total y completa de tiempo, recursos y dinero público el concentrarse en perseguir a quien custodia tortugas como mascotas mientras no se hace absolutamente nada para proteger de la destrucción ecosistemas vitales para la especie. Andrew C. Highfield considera que actualmente los hábitats son destruidos diariamente, matando incontables tortugas y eliminando áreas ideales para la especie, mientras, una familia con una tortuga en su jardín es amenazada con hasta  con prisión, constituyendo una situación absurda e irracional, llevando a la legislación conservacionista al descrédito.

Para esta organización, sin el manejo y protección efectivos del hábitat cualquier otro esfuerzo fracasará irremediablemente ya que no tiene sentido práctico conservar una especie si no se le deja donde vivir. Igualmente destaca la necesidad de desarrollar acciones de educación ambiental para concienciar a la ciudadanía, ya que la tortuga mora es encontrada habitualmente por la gente en el campo, debiendo aprender que, en la mayoría de los casos, si ven una tortuga no deben “rescatarla” sino simplemente dejarla en la naturaleza, para que se reproduzca y refuerce la población silvestre.

Andrew C. Highfield destaca en el escrito que la liberación de animales provenientes de la cautividad es una opción de alto riesgo, ya que hay que tener en cuenta que cualquier acción que lleve a la gente a liberar mascotas es inadecuada. De hecho, podría tener consecuencias devastadores para la transmisión de enfermedades y la contaminación genética. La reintroducción es cuestionada y rechazada por organismos internacionales y por científicos de fama mundial por los mismos motivos argumentados en el documento del Tortoise Trust.

Sin embargo, según un nuevo informe de la propia Consejería al que ha tenido acceso ACUDE, entre enero de 2005 y diciembre de 2014 este organismo liberó un centenar de ejemplares en zonas donde existen poblaciones silvestres, por decisión del Agente Medioambiental del CRFS o del personal veterinario. Según consta en el mismo documento, estas reintroducciones se basan en lo manifestado verbalmente por quien remite el animal, reconociendo la Consejería que, en la mayor parte de los casos, quien lo entrega no ofrece la información con veracidad, por recelo o miedo a una posible sanción por tenencia ilegal de una especie protegida. Por lo tanto, estas reintroducciones en zonas donde existen tortugas silvestres constituyen una grave irresponsabilidad por parte de quienes toman la decisión de realizarlas.

Igualmente, conviene destacar que hay organizaciones, como la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), cuya estrategia ha sido durante años la liberación de tortugas, habiendo reintroducido varios cientos de ejemplares procedentes de cautividad en el área de distribución de la especie, tal y como ha sido divulgado abiertamente en diversos medios por la propia organización ecologista (http://www.reservasdelsureste.org/reservas-de-anse/malcamino/, http://www.asociacionanse.org/proyectos/proyecto-testudo), lo que constituye una práctica contraproducente con la conservación de las tortugas silvestres por las razones argumentadas por el Tortoise Trust y en numerosas publicaciones nacionales y extranjeras, y un mal ejemplo para la ciudadanía.

En el escrito del Tortoise Trust, se afirma que la política de exigir a los dueños de tortugas domésticas a llevar animales “en masa” a centros de recuperación es extremadamente peligrosa y no aporta ningún beneficio conservacionista, pudiendo generar problemas a la hora de cumplir con sus necesidades fisiológicas y de entorno específicas, para proporcionar una dieta adecuada, y graves dificultades para prevenir el contagio de patógenos virales y bacterianos, y enfermedades parasitarias.

Igualmente, en el documento del Tortoise Trust, se considera inaceptable la muerte o sacrificio de tortugas procedentes de cautividad en los centros de recuperación de fauna silvestre, como el de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente del Gobierno Murciano donde se ha producido un ratio de mortalidad por encima del 90%, considerando estas cifras son absolutamente inaceptables bajo cualquier criterio, ya que, según afirma, no puede haber excusa posible para tolerar la muerte de más de 9 de cada 10 animales recibidos, no siendo aceptable ni científica, ni éticamente, considerando además que la ciudadanía no lo aceptará, ni lo harán las organizaciones internacionales dedicadas a la conservación de las tortugas y el bienestar animal (2642 tortugas recibidas entre 2002 y 2014, sólo 76 sobrevivieron). Andrew C. Highfield considera horribles estos resultados que incluyen el deliberado “sacrificio” de tortugas (una forma políticamente correcta de decir “matanza”) que han sido donadas al centro por sus antiguos “dueños”. Los motivos para esta aniquilación en masa son justificados con términos como “mala adaptación”, “alteraciones morfológicas” e “hibridación”, no estando nada clara la precisión de estas afirmaciones y diagnósticos.

En el nuevo informe de la Consejería competente mencionado anteriormente, en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre “El Valle” el 78 % de las tortugas ingresadas en sus dependencias, entre los años 2005 y 2014, fallecieron, lo que pone de manifiesto el rotundo fracaso del personal directivo y veterinario en la gestión del mismo y de las tortugas entregadas por los particulares.

Según Andy Highfield, la organización Tortoise Trust, que ha trabajado durante más de 35 años en la conservación de tortugas por todo el mundo, está horrorizada por esas cifras y afirman que no pueden recordar un caso peor de mala gestión (http://www.tortoisetrustforum.org/phpbb3_live/viewtopic.php?f=3&;t=11132).

El Tortoise Trust insta a las autoridades a reconsiderar urgentemente estas políticas fallidas, considerando que está categóricamente mal forzar a la población a entregar tortugas condenándolas a una muerte casi garantizada,  situación debe acabar ya, antes de que más muertes innecesarias ocurran, afirmando que esto no aporta absolutamente nada a la conservación de las tortugas, sino que causa el efecto totalmente contrario, ya que provoca que la gente libere tortugas sin control el lugar de conducirlas a la negligencia o la ejecución, con todos los riesgos biológicos y de contaminación genética que esto genera.

El escrito del Tortoise Trust afirma que un enfoque mucho más racional y efectivo sería el propuesto por la organización ACUDE, el cual considera científicamente válido, éticamente aceptable, también más práctico y económicamente viable. Igualmente manifiestan que las políticas propuestas por ACUDE tienen todo su apoyo y estando dispuestos a colaborar para conseguir resultados positivos para la conservación y el bienestar de las tortugas en España. También afirman que ya es hora de propuestas nuevas e innovadoras que puedan guiar el apoyo de expertos constatados, biólogos  y de la ciudadanía, y que las propuestas lanzadas por ACUDE son una excelente base para darle la vuelta a esta situación de vergonzoso desastre hacia una gestión para que sea un éxito a nivel mundial.

Independientemente del trabajo realizado por ACUDE para la conservación de la tortuga mora, empleando la custodia del territorio, al que alude el Tortoise Trust, la asociación ha presentado recientemente a la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, una serie de sugerencias para mejorar el “Protocolo de Gestión de la Población en Cautividad de Tortuga Mora (Testudo graeca)”, elaborado por ese organismo:

    Aumentar del número y superficie de los cercados para el depósito de ejemplares en el CRFS y que sean destinados a la concienciación y sensibilización ciudadanas.
    Mantener en depósito de asociaciones, particulares o empresas, debidamente autorizados y controlados por la Admón. competente, los ejemplares cuyo origen no pueda ser acreditado, ya que podrían tener origen en el Norte de África o estar hibridados con estos, por lo que podrían tener consideración de exóticos. Todos los ejemplares deberán contar con un microchip para facilitar su control. De esta acción se deben excluir a las organizaciones que entre sus actividades hayan contemplado las sueltas de ejemplares en el medio.
    Excepcionalmente, proceder a la suelta de tortugas en fincas públicas muy alejadas de poblaciones silvestres y separadas por sexos, siempre que esta acción sea respaldada por informes técnicos.
    Erradicar el sacrificio de ejemplares. Con el protocolo elaborado por la Consejería competente, se pone de manifiesto su falta de interés para evitar el sacrificio, sin base científica alguna y obviando que se trata de una especie protegida a nivel internacional. El sacrificio de ejemplares debe ser una medida excepcional y solo para casos cuya recuperación sanitaria resulte imposible.
    ACUDE considera prioritaria la aprobación por el Gobierno Regional del Plan de Conservación de la Tortuga Mora, igual que se ha hecho con otras especies amenazadas de la fauna regional.

ACUDE ha lanzado una campaña en Change.org pidiendo para evitar la muerte de más tortugas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre «El Valle» de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente del Gobierno murciano:

http://chn.ge/1NddVL2

Recomendamos la lectura de este reportaje publicado en «La Verdad» de Murcia:

http://nuestra-tierra.laverdad.es/naturaleza/fauna/3919-un-experto-mundial-califica-de-completo-fracaso-la-gestionde-las-tortugas-moras

 

Andy Highfild en Luchena  6 - copia 634x640

 

Andrew C. Highfield participando en una actividad de la Asociación Herpetológica Murciana (AHEMUR) en Lorca

 

la foto 885x1280

 

Página 1 del escrito del Tortoise Trust

 

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 Página 2

 

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Página 3